Un año más la anarcosindical recordamos a los luchadores de Chicago
que dieron su vida por los derechos de los trabajadores, los que el
moderno sindicalismo de pesebre vende al capital. La clase trabajadora
no tenemos nada que celebrar en este día, azotada por el paro, la mejor
inversión del capitalismo y su garantía para mantener los bajos salarios
y la precariedad, para anular el sindicalismo combativo, someternos y
convertirnos en poco menos que en esclav@s sin dignidad.
Para acabar con
el paro no sirven ninguna de las barbaridades que los sucesivos
gobiernos y parlamentos llevan a cabo o publican en sus aparatos de
propaganda, recortes en derechos, privatizaciones, bajadas de salarios,
despidos, precariedad o la estafa del emprendimiento, sino todo lo
contrario; contra el paro sólo se lucha y se vence luchando contra el
capitalismo, repartiendo el trabajo y la riqueza, impidiendo la
acumulación de capital y recurriendo a los beneficios empresariales para
establecer una jornada laboral de 30 horas semanales sin reducción de salario.
Por esto y más lucha la anarcosindical, por eso sus principios,
tácticas y finalidades siguen estando plenamente vigentes, y por eso el
poder del capital, que sabe que es lo único que le combate con
alternativas, la acosa e incrimina en toda clase de montajes policiales.
El anarquismo es noticia en estos tiempos por una buena sarta de
operaciones inventadas, Pandora, Ice, Piñata, Araña... con mención
especial para la detención y encausamiento de nuestros compañeros
titiriteros, digna de los peores años de la cruzada. No corren tiempos
fáciles para los sinvergüenzas que habitan los parlamentos, impedidos de
ocultar la dimensión de la corrupción que es su razón de ser sus trapos
sucios asoman día tras día y cada vez que esto sucede necesitan tener a
mano un anarquista para que sus jueces lo encausen en lo primero que se
les ocurra, por absurdo que parezca.
Nada de este aparato que cada vez más personas rechazamos sería
posible sin su terrible engranaje de jueces, policías, militares,
carceleros, políticos y curas, seres deshumanizados que hacen posible la
opresión y nos reafirman en la consecuencia de los principios del
anarcosindicalismo. Ya es hora de que tomemos conciencia de nuestra
propia capacidad de pensar y actuar y enfrentemos la violencia del
Estado, que esclaviza a sus supuestos ciudadanos mientras mantiene a
gran parte de la población mundial en situación de guerra. La guerra
moderna, que nunca se sabe cuándo empieza pero jamás termina, en la que
las corporaciones que controlan los Estados no tienen problema moral
alguno en enriquecerse estafando hasta a los refugiados que expulsa con
sus bombas. La guerra del capitalismo de la que todos en mayor o menor
medida somos responsables con nuestra obediencia y sumisión
¡Basta de estar de rodillas, a levantarse y a luchar!
Libertad anarquistas presxs!!
Hoy como ayer: la lucha es el único camino
Manifetación Valdecederas - Cuatro Caminos 1 de mayo 2016 12:00
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