Comunicado frente a las peticiones de prisión a varios anarcosindicalistas de la CNT de Barcelona
Durante estas últimas semanas hemos recibido las peticiones fiscales
de 2 procesos penales contra compañeros de nuestro sindicato. Las
noticias no son buenas, ya que la fiscalía, una vez más, actúa como arma
política del capitalismo solicitando durísimas penas de prisión.
El primero de los casos es el del Casino de Poble Nou.
En las vísperas de las elecciones municipales de 2015 se produjo un
piquete a las puertas del Casino de Poble Nou, donde se estaba
celebrando un debate electoral con los que por aquel momento eran los
alcaldables a la ciudad de Barcelona. Entre estas personas estaba Xavier
Trias, uno de los responsables de la cesión ilegal de trabajadores
informáticos de la Generalitat a empresas como IECISA (Informática El
Corte Inglés SA). El piquete de la CNT buscaba visibilizar la
irresponsabilidad de la Generalitat de Catalunya de incumplir la
sentencia favorable a los trabajadores, los cuales estaban siendo
apartados de sus puestos de trabajo incluso después de que un juez les
diera la razón y dictaminase que debían ser contratados directamente por
la propia Generalitat. Durante el transcurso del acto, el piquete fue
atacado por un grupo de personas que posteriormente descubrimos que eran
Guardias Urbanos vestidos de paisano. Como respuesta, se produjo un
corte del suministro eléctrico del debate electoral, por lo que éste
estuvo varios minutos sin emisión televisiva. El resultado de todo esto
fue la imputación de 2 compañeros acusados de diferentes delitos,
agravado de atentado contra la autoridad y delito de alteración de acto
electoral.
Una vez cerrado el sumario, la petición fiscal asciende a 2 años y 4
meses para uno de los compañeros, así como el pago de 5.000 € de
responsabilidad civil. Al otro compañero le piden 6 meses de prisión.
Además la Guardia Urbana se persona como acusación particular, pidiendo 4
años de cárcel y 21.000€ de responsabilidad civil. Finalmente todo
apunta a que también se personará el Ayuntamiento de Barcelona, codo a
codo con la Guardia Urbana cuando se trata de reprimir trabajadores en
lucha.
El otro caso es el del Corte Inglés. A finales de
2015 tiene lugar una campaña de boicot a esta empresa para denunciar su
participación en procesos penales contra huelguistas del 29M, así como
para visibilizar la política de miedo y represión frente a sus propias
trabajadoras, los múltiples casos de machismo empresarial y las
conexiones entre la empresa y altos cargos políticos, policiales,
judiciales y eclesiásticos. Esta campaña tuvo como consecuencia la
detención de 3 compañeros y su posterior imputación por delitos de
coacción y obstrucción a la justicia. La petición fiscal contra estos
compañeros asciende a 5 años de prisión y 6.500€ de multa a cada uno.
Ambos casos no son más que ejemplos de lo que tristemente se viene
consolidando desde hace varios años: un endurecimiento brutal de la
persecución contra sindicalistas y trabajadoras en lucha. No se trata de
casos aislados. A raíz de la sucesión de huelgas generales que
comenzaron en 2011, se cuentan por centenares los trabajadores
represaliados en piquetes y conflictos sindicales. Algunos medios
hablaban de la mayor ofensiva contra el sindicalismo desde tiempos de la
dictadura. Prácticamente todos los conflictos laborales en los que se
realizan acciones más allá de las estrictamente jurídicas acaban con
imputaciones penales y algunos de ellos ya con condenas firmes: huelgas
generales, huelga minera, conflicto de Coca Cola, trabajadores y
estudiantes de la UAB, tabajadores de Arcelor, mineros de Zarreu,
montaje del 14N en Logroño, sindicalistas de AirBus, jornaleros
andaluces… La lista es interminable.
Bajo nuestro punto de vista este endurecimiento de la represión no es
casual. Se trata de una maniobra política para acabar con lo poco que
queda. Desde hace tiempo ya venimos escuchando voces que desde los
despachos de las empresas claman por una regulación estricta de las
luchas laborales, a través, principalmente, de limitar el derecho a
huelga, pero también limitando e incluso imposibilitando las luchas
colectivas en los centros de trabajo, los piquetes y la acción directa. Y
esta situación que se vive en el contexto laboral tiene una versión
equivalente en el ámbito sociopolítico: para el Estado, a través
de policías, fiscales y jueces, el sindicalismo es coacción y los
movimientos políticos y sociales son terrorismo.
No vamos a caer en la trampa de declararnos inocentes a cualquier
precio. Reconocemos el conflicto y renegamos de una idea de sindicalismo
canalizada hacia la única opción de los juzgados. La lucha obrera nunca
se ha limitado a poner denuncias y no podemos permitir que se convierta
en eso, más aún si cabe en un momento como el actual, en el que cada
vez tenemos menos garantías: leyes más estrictas, menos derechos y
sentencias más desfavorables. Hace unos meses nos golpeaba la noticia de
que un juzgado había avalado la contratación de empresa externas para
la cobertura de los servicios que se dejan de prestar en una huelga. Con ejemplos así ¿podemos permitirnos cambiar la lucha en las calles y en los curros por los juzgados?
Lo hemos dicho mil veces, frente a la represión sólo vale seguir
luchando. Nos negamos a callarnos frente a los despidos y sanciones. Nos
negamos a mirar hacia otro lado frente a la precariedad, los contratos
temporales y los sueldos miserables. Nos negamos a consentir el acoso
laboral o las discriminaciones de género, raza u orientación sexual. Mucho más que la cárcel, nos asusta la condena a una vida de sumisión y miseria.
Por todo ello con este comunicado os pedimos que os solidaricéis con
los trabajadores represaliados, que difundáis el caso para que más gente
sea consciente de que esto es un ataque contra todas y todos, que
apoyéis las movilizaciones que se convoquen… Pero sobre todo, que os
organicéis, que alimentéis el movimiento obrero en los curros, en los
barrios y en los pueblos. Ellos tienen cárceles, policías, fiscales,
políticos, jueces… Pero nosotros somos muchos más, y siempre seremos
muchos más.
Libertad anarcosindicalistas represaliados.
#solidaridadincuestionable
#solidaridadincuestionable
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